Ahora Lucila es la que no esta

Ya casi se acaba el verano, el día se esta acortando. Sin muchas novedades, solo que Lucila esta perdida.

Nadie en San Felipe sabe a donde fue, ni con quien. Su vecina cuquita la vio salir hace quince días, como siempre llevaba su canasta. Es que Lucila acostumbra (o acostumbraba) a ir a juntar nueces detrás de la colina.

No hay mucho por decir, Lucila no esta. A decir verdad, ella no tiene ningún amigo, ningún familiar, no tiene a nadie, ni siquiera una mascota. Por esta razón no se puede descartar la posibilidad de un suicidio. Que se haya ido a probar suerte en la capital no concuerda con lo ultimo que se supo de ella. Solo salió con su canasta y dejando la puerta abierta de su cabaña.

Esto no es una preocupación que quite el sueño a los de San Felipe. La noticia a traído vida al pueblo. Un chisme sabrosote... que se fue de mujer fácil a la capital, con al caravana de gitanos... que se la comió un lobo y encontraron pedazos de su cuerpo junto al arroyo... que se volvió mas ermitaña de lo que es y construyo poco a poco una pequeña zocha montaña arriba...

¿Cuál de estas versiones es la verdadera? ¿cuál es la realidad de Lucila?

Yo se de buena fuente que alguien le hablo bonito al oído, meses después de que Martín se fue y no regreso.

Diego.

De grandes ojos negros y voz fuerte y masculina. Es minero y pasa todas las mañanas, de lunes a sábado, frente la cabaña de Lucila. Le dejaba una margarita azul cada vez que pasaba. Al tiempo, Lucila le dejaba a cambio una taza de café... supongo que por que no tenia mas que ofrecerle.

Primero, ella simplemente regresaba la cortesía, después se quedaba esperando detrás de la ventana a verlo pasar y le sonreía. Su sonrisa casi no se miraba tras esos opacos vidrios viejos. Diego la saludaba con un gesto caballeroso, y en mil sorbos se tomaba el café, sin dejarla de ver.

Aquí sigue Diego, y Lucila esta perdida.

Así que no se por que no esta Lucila, ni a donde fue, ni por que... estoy empezando a preocuparme.